Tropaeolum tuberosum

especie de plantas

Tropaeolum tuberosum, llamada popularmente (entre otros muchos nombres) mashwa, añu, isaño[2]​ o cubio, es una planta originaria de los Andes centrales, y la mayor concentración se encuentra en Colombia, Bolivia, Ecuador y en el Perú entre los 3500 y 4.100 m s. n. m. En Colombia se cultivan variedades que crecen entre los 2600 y 3500 m s. n. m.[3][4]

 
Tropaeolum tuberosum
Taxonomía
Reino:Plantae
División:Magnoliophyta
Clase:Magnoliopsida
Orden:Brassicales
Familia:Tropaeolaceae
Género:Tropaeolum
Especie:T. tuberosum
Ruiz & Pav. 1802
Sinonimia
  • Tropaeolum mucronatum Meyen
  • Tropaeolum tuberosum subsp. tuberosum
  • Trophaeum denticulatum Kuntze
  • Trophaeum tuberosus (Ruiz & Pav.) Kuntze[1]

Debido a su sabor fuerte, producto de los glucosinolatos, los tubérculos no se comen crudos sino guisados, horneados o fritos.

Vista de la planta

Descripción

Es una planta herbácea, de tallos cilíndricos y hábitos rastreros como el mastuerzo. Tiene crecimiento erecto cuando es tierna y de tallos postrados con follaje compacto cuando madura. Las hojas son delgadas de color verde oscuro brillante. Los tubérculos son cónicos y alargados con un ápice agudo.

Tubérculo

Taxonomía

Tropaeolum tuberosum fue descrita por Hipólito Ruiz López y José Antonio Pavón y Jiménez, y publicada en Flora Peruviana, et Chilensis 3: 77, t. 314. 1802.[5]

Etimología

Tropaeolum: nombre genérico conocido como la capuchina de jardineros, aunque no de los botánicos, y nombrado por Linneo, que deriva del griego tropaion y del latín tropaeum de "trofeo", por la manera en que crece la planta, sobre un soporte. recordando un trofeo clásico con escudos y cascos de oro como las que colgaban como un signo de la victoria en un campo de batalla.[6]

tuberosum: epíteto latíno que significa "con tubérculo".

Variedad aceptada
  • Tropaeolum tuberosum subsp. silvestre Sparre

Importancia económica y cultural

Tubérculo de la especie silvestre

El tiempo exacto de su domesticación no se conoce pero se estima en 5500 a. C.[7]

Usos medicinales

Los habitantes de los Andes consumen mashua aduciendo sus efectos medicinales relacionados con el dolor en los riñones e hígado, erupciones en la piel y desórdenes de próstata.[8]​ A la mashua se le atribuye históricamente la creencia de que inhibe la actividad sexual en hombres: cuenta Bernabé Cobo en el siglo XVI que el Inca les daba este tubérculo a sus tropas para que se olvidaran de sus mujeres.[9]

Farmacología

En un estudio con ratas se encontró una disminución del 45% en los niveles sanguíneos de testosterona/dihidrotestosterona. Esta disminución parece estar relacionada con la presencia de isotiocianatos en los tubérculos.[10]

Las propiedades antibióticas, insecticidas, nematicidas y diuréticas de los isotiocianatos corroboran varios de los usos de T. tuberosum en la medicina popular andina. Ofrece propiedades antibióticas en contra de Candida albicans, Escherichia coli y Staphylococcus albus, actividad paralela del isotiocianato de bencilo a 100 microgramos.[10]

Otros estudios realizados mostraron que los genotipos mashua de color púrpura tienen un alto contenido de compuestos fenólicos, comparables con los encontrados en fuentes antioxidantes ya conocidas.[11]​ Además, los tubérculos de mashua de color púrpura presentaban una capacidad antioxidante de ocho a diez veces mayor que los de color amarillo.[12]

Usos alimenticios

El tubérculo de la mashua es un alimento básico en las regiones andinas de América del Sur,[13]​ crudo tiene un sabor acre,[14]​ que desaparece cuando se cocina. Es utilizado en la elaboración de sopas, postres, guisos y otros platos. Sus flores, hojas y capullos también son comestibles en forma de ensalada.[13]

Valor nutricional

El valor nutricional del cubio es alto. Se ha reportado que los tubérculos secos tienen 14-16% de proteína, casi 80% de carbohidratos, cerca de 9 μg/100g de ß-caroteno, y casi 480 mg de Vitamina C/100g.[15]

En un análisis, ejemplares secos de los tubérculos (por cada 100 g) contenían: 371 calorías, 11.4 g proteína, 4.3 g grasa, 78.6 g carbohidratos totales, 5.7 g fibra, 5.7 g de cenizas, 50 mg calcio, 300 mg de fósforo, 8.6 mg de hierro, 214 microgramos equivalentes de beta-caroteno, 0.43 mg de tiamina, 0.57 mg riboflavina, 4.3 mg niacina, and 476 mg de ácido ascórbico.[16]

Cubio o mashua seco
Valor nutricional por cada 100 g
Energía 89 kcal 371 kJ
Carbohidratos78.6 g
 • Almidón~15 g
Grasas4.3 g
Proteínas11.4-16 g
Agua0
Retinol (vit. A)9 μg (1%)
 • β-caroteno214 μg (2%)
Tiamina (vit. B1)0.43 mg (33%)
Riboflavina (vit. B2)0.57 mg (38%)
Niacina (vit. B3)4.3 mg (29%)
Vitamina B60 mg (0%)
Vitamina C476 mg (793%)
Calcio50 mg (5%)
Hierro8.6 mg (69%)
Fósforo300 mg (43%)
% de la cantidad diaria recomendada para adultos.
Fuente: Mashua en la base de datos de nutrientes de USDA.
Cubio cocido

Cubio cocido
Valor nutricional por cada 100 g
Energía 46 kcal 192 kJ
Carbohidratos9.7
 • Fibra alimentaria0.8
Grasas0.1
Proteínas1.5
Agua87
Retinol (vit. A)9 μg (1%)
 • β-caroteno0 μg (0%)
Tiamina (vit. B1)0.02 mg (2%)
Riboflavina (vit. B2)0.03 mg (2%)
Niacina (vit. B3)0.82 mg (5%)
Vitamina C77.37 mg (129%)
Hierro1.39 mg (11%)
Zinc0.28 mg (3%)
% de la cantidad diaria recomendada para adultos.
Fuente: Cubio cocido en la base de datos de nutrientes de USDA.

Cultivo

Su extraordinaria resistencia a plagas de insectos, nematodos y bacterias se atribuye a altos niveles de isotiocianatos. Aunque el mashua está completamente domesticado, puede persistir en la vegetación silvestre debido a su crecimiento agresivo y robustez. En Colombia, se planta como un cultivo complementario para repeler las plagas en los campos de papa. La mashua o cubio es muy rústica, por ello puede cultivarse en suelos pobres, sin uso de fertilizantes y pesticidas, y aun en estas condiciones, su rendimiento puede duplicar al cultivo de papa.

Nombres comunes

Véase también

Referencias

Bibliografía

Genérica

  • Foster, R. C. 1958. A catalogue of the ferns and flowering plants of Bolivia. Contr. Gray Herb. 184: 1–223. View in Biodiversity Heritage Library
  • Jørgensen, P. M. & C. Ulloa Ulloa. 1994. Seed plants of the high Andes of Ecuador—A checklist. AAU Rep. 34: 1–443.
  • Jørgensen, P. M. & S. León-Yánez. (eds.) 1999. Cat. Vasc. Pl. Ecuador. Monogr. Syst. Bot. Missouri Bot. Gard. 75: i–viii, 1–1181.
  • Jørgensen, P. M., M. H. Nee & S. G. Beck. (eds.) 2014. Cat. Pl. Vasc. Bolivia, Monogr. Syst. Bot. Missouri Bot. Gard. 127(1–2): i–viii, 1–1744. Missouri Botanical Garden Press, St. Louis.
  • Jørgensen, P. M., M. H. Nee & S. G. Beck. (eds.) 2015 en adelante. Catálogo de las plantas vasculares de Bolivia (adiciones).
  • Luteyn, J. L. 1999. Páramos, a checklist of plant diversity, geographical distribution, and botanical literature. Mem. New York Bot. Gard. 84: viii–xv, 1–278.
  • Rusby, H. H. 1893. On the collections of Mr. Miguel Bang in Bolivia. Mem. Torrey Bot. Club 3(3): 1–67. View in BotanicusView in Biodiversity Heritage Library
  • Sparre, B. 1973. 89. Tropaeolaceae. 2: 1–31. In G. W. Harling & B. B. Sparre (eds.) Fl. Ecuador. University of Göteborg & Swedish Museum of Natural History, Göteborg & Stockholm.

Específica

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Enlaces externos