El último verano de la Boyita
Herramientas
Acciones
General
Imprimir/exportar
El último verano de la Boyita | ||
---|---|---|
Ficha técnica | ||
Dirección | ||
Dirección artística | Mariela Rípodas | |
Producción | Agustín Almodóvar Pedro Almodóvar | |
Guion | Julia Solomonoff Christina Lazaridi Martín Salinas(asesor) | |
Basada en | una historia autobiográfica de la directora | |
Música | Sebastián Escofet | |
Sonido | José E. Caldararo, Bechen de Loredo, Lena Esquenazi, Diego Gat, Lucas Meyer, Francisco Rizzi, Sebastián Sonzogni, Sergio Venturini | |
Maquillaje | Néstor Burgos | |
Fotografía | Lucio Bonelli Julia Solomonoff | |
Montaje | Rosario Suárez Andrés Tambornino | |
Vestuario | Natalia Vacs | |
Protagonistas | Guadalupe Alonso, Gabo Correa, María Clara Merendino, Mirella Pascual, Guillermo Pfening, Silvia Tavcar, Nicolás Treise María Laura Berch (casting) | |
Ver todos los créditos (IMDb) | ||
Datos y cifras | ||
País | Argentina | |
Año | 2009 | |
Género | Drama | |
Duración | 93 minutos | |
Idioma(s) | Español | |
Compañías | ||
Productora | Travesia Productions Domenica Films El Deseo Epicentre Films | |
Ficha en IMDb Ficha en FilmAffinity | ||
El último verano de la Boyita es una película argentina de contenido LGBT+, de 2009, escrita y dirigida por Julia Solomonoff, que trata de una persona intersexual al entrar en la adolescencia, que enfrenta su identidad mientras pasa un verano en el campo. Resultó multipremiada en los festivales de Cartagena, Ceará, Kerala, Miami y Sofía.[1]
Jorgelina es una niña que está ingresando en la adolescencia, despertando preguntas, inseguridades y miedos. Tiene una hermana más grande que ya lo ha hecho, que centra su interés en los varones y que ya no comparte su tiempo con ella. Decide pasar el verano en el campo de su familia, en Entre Ríos, donde está La Boyita, una vieja casa rodante que ha sido su refugio y el lugar de sus juegos y fantasías infantiles. En el campo espera encontrarse con Mario, hijo de uno de los trabajadores del campo que también trabaja en las tareas rurales, de quien es amiga desde chicos. Mario también está entrando en la adolescencia y es objeto de un evidente silencio por parte de los adultos, que se refieren a «el asunto». Obviamente, al crecer y volverse adolescente, Mario no encaja en lo que se espera del género masculino con el que ha sido inscripto al nacer, generando enojo y vergüenza en su padre. Jorgelina se acerca a él, lo acompaña, lo abraza. Para ella, Mario no es un caso clínico, y cada vez que lo describen así, se tapa las orejas. En ese verano Jorgelina y Mario se enfrentarán sin prejuzgamientos ni estereotipos, a sus respectivos cuerpos. Al terminar las vacaciones Jorgelina ha crecido y ya no volverá a jugar en La Boyita.[2]