Corrimiento de tierra

fenómeno geológico
(Redirigido desde «Deslave»)

Un corrimiento de tierra (llamados erróneamente alud o aluvión en algunas partes), también llamado deslave[1][2]​, es el desplazamiento de una masa grande de tierra que se desprende por una vertiente o ladera, precipitándose a ella.[3]

Un corrimiento de tierra en el departamento del Cuzco, Perú (2018).

Los corrimientos de tierra pueden ser provocados por terremotos, erupciones volcánicas o inestabilidad en las zonas circundantes, así como explosiones causadas por el hombre para construcciones.[4]​Los corrimientos de barro o lodo (deslaves) son un tipo especial de corrimiento cuyo causante es el agua que penetra en el terreno por precipitaciones fuertes, modificándolo y provocando el deslizamiento. Esto ocurre con cierta regularidad en varios lugares como durante los períodos de lluvias.[5]

Tipos de corrimientos o deslaves

Deslizamientos

Pobladores intentan cruzar peligrosamente el derrumbe en el Cerro Los Chorros de San Cristóbal Verapaz en Guatemala ocurrido el 4 de enero de 2009 y en el que murieron casi un centenar de personas.
Un corrimiento de tierra provocado por un terremoto, en este caso los terremotos de El Salvador de 2001.
Un derrumbe en una vía rural de Mogotes, Santander.

Los deslizamientos se producen cuando una gran masa de terreno o zona inestable desliza con respecto a una zona estable, a través de una superficie o franja de terreno de pequeño espesor. Los deslizamientos se inician cuando las franjas alcanzan la tensión tangencial máxima en todos sus puntos. Los deslizamientos son un tipo de corrimiento ingenierilmente evitables. Sin embargo, en general los otros tipos de corrimiento no son evitables.

Flujo de lodo

Los corrimientos consistentes en flujo de lodo se producen en zonas muy lluviosas, afectando a zonas muy grandes. Los terrenos arcillosos, al entrar en contacto con el agua, se comportan como si alcanzasen el límite líquido y se mueven de manera más lenta que los deslizamientos. Se da en pequeñas pendientes, pero en gran cantidad.[5]

Los espesores varían de acuerdo a la configuración estratigráfica del sitio de ocurrencia del fenómeno, y de ahí sus efectos en la zona de influencia. Aunque puede decirse que ingenierilmente no es posible evitarlo, sí se pueden mitigar los efectos aplicando criterios básicos de bioingeniería e ingeniería ambiental.

Licuefacción

Se da en zonas de arenas limosas saturadas, o en arenas muy finas redondeadas (loess).

Debido a la gran cantidad de agua intersticial que presentan, las presiones intersticiales son tan elevadas que un seísmo, o una carga dinámica, o la elevación del nivel freático, pueden aumentarlas, llegando a anular las tensiones efectivas. Esto motiva que las tensiones tangenciales se anulen, comportándose el terreno como un «pseudolíquido».

Se produce, entre otros terrenos, en rellenos mineros.

Reptación

Movimiento muy lento que se da en capas superiores de laderas arcillosas, de en torno a 50 centímetros de espesor o menos.

Está relacionado con procesos estacionales de variación de la humedad.

Se manifiestan en forma de pequeñas ondulaciones y suelen ser signo de una futura inestabilidad cada vez mayor.[6]

Corrimientos de tierra históricos

el corrimiento de Ritagli di Lecca en Fondachelli Fantina, Sicilia

Corrimientos submarinos prehistóricos

Los números en amarillo dan el tamaño de las olas del tsunami como tsunamitas recientemente estudiadas por investigadores.[10]

Corrimientos de tierra extraterrestres

Deslizamientos de tierra en Venus. La imagen de la izquierda fue tomada a finales de noviembre de 1990 durante el primer viaje de Magallanes alrededor de Venus. La imagen de la derecha fue tomada el 23 de julio, cuando la nave Magallanes pasaba por la región por segunda vez. Cada imagen es 24 kilómetros (14.4 millas) a través de 38 kilómetros (23 millas) de largo y se centra en 2 grados sur de Venus
Corrimiento de tierra en progreso en Marte, 2008-02-19

Se ha detectado evidencia de deslizamientos anteriores en muchos cuerpos del sistema solar, pero desde que existen más observaciones por sondas que observan solo por un tiempo limitado y la mayoría de los cuerpos del sistema solar parecen ser geológicamente inactivos, se sabe que no muchos deslizamientos de tierra han ocurrido en los últimos tiempos. Venus y Marte han sido objeto de asignación a largo plazo por satélites de órbita, y se han observado en ambos ejemplos de deslizamientos de tierra.

Véase también

Referencias y notas de pie

Notas aclaratorias
Notas al pie
Bibliografía
  • M. Gascón et al. Vientos, Terremotos, Tsunamis y otras catástrofes naturales. Historia y casos Latinoaméricanos. Editorial Biblos. Buenos Aires, 2005 159p. ISBN 950 786 498 9

Enlaces externos